Nueva Imperial |
Martes, 15 de Junio de 2010 00:00 |
A este novedoso productor lo encontramos ofreciendo su producto en las calles de Nueva Imperial, a pesar del viento y la lluvia, él orgulloso hablaba de las bondades del huevo de codorniz. Marcelo Segundo Quiroz es un emprendedor que vive en Cullinco Bajo, a 12 kilómetros de la ciudad de Carahue, en dirección a Nehuentúe.
Marcelo, junto a su esposa, trabajan su propio criadero de codornices, con 1.140 aves, que cada día le entregan más de 700 huevos, los que en cajas de 2 y 1/2 docenas sale a vender en el sector costa de la región.
Quiroz nos cuenta que era chofer de camiones de alto tonelaje y que cuando se casó decidió dejar ese trabajo y venirse a vivir junto a su nueva familia al campo. “El campo no da para vivir, nos señala, pero se nos ocurrió junto a mi señora hacer un criadero de codornices, bueno y aquí estamos. El anhelo mío es poder crecer y dar trabajo a jóvenes del sector, el para que no salgan del sector del campo, esa es mi idea”, dice Marcelo Quiroz.
Entusiasmado, este emprendedor indica las bondades del huevo de codorniz. “Tiene ventajas nutricionales en comparación con los huevos de gallina, por ejemplo el huevo de gallina tiene 5% de colesterol, el huevo de codorniz en el mismo volumen tiene 0.005 % colesterol, es decir nada. Ahora comerse un huevo significa tomarse un vaso de leche, incluso –asegura Quilodrán-, tiene virtudes afrodisíacas”.
La producción es muy buena, dice este esforzado productor, pero la venta es lo difícil. Pero en cuanto a la rentabilidad, Quilodrán no se queja, asegura que es un buen negocio, pero si hay que salir a ofrecer el producto ya que la gente desconoce las bondades de este producto.
Las más de mil aves producen entre 700 y 800 huevos diarios, y Quilodrán asegura venderlos todos. “Incluso tengo pedidos particulares”, pero no le vende a los supermercados grandes: “Se pierde tiempo en cobrarles”. Le gusta más la venta directa es más segura.
En su primera visita a Nueva Imperial trajo 35 cajas y al medio día tan sólo le quedaban cinco, a $1500 pesos, no es mal negocio. Hay criaderos grandes como el de Valdivia que abastecen a supermercados a lo largo de Chile, otro criadero en Concepción que igual abastece a supermercados grandes.
La labor diaria consiste en levantarse temprano, ver si las aves tienen agua y comida; todas están bajo techo. La temperatura ideal para estas aves es de 20 a 25º. Marcelo, que comparte esta labor junto a su familia, también desarrolla otras labores de pequeño agricultor, y ha podido progresar con su pequeña empresa avícola, gracias al apoyo de Indap y de Prodesal de Carahue.
Quienes tengan interés de degustar los deliciosos huevos de codorniz pueden llamar a 09-2624112, también podrá comprar codornices vivas para criaderos, $1.500 la unidad; y codornices faenadas $7.000, la docena.
Quiroz nos cuenta que era chofer de camiones de alto tonelaje y que cuando se casó decidió dejar ese trabajo y venirse a vivir junto a su nueva familia al campo. “El campo no da para vivir, nos señala, pero se nos ocurrió junto a mi señora hacer un criadero de codornices, bueno y aquí estamos. El anhelo mío es poder crecer y dar trabajo a jóvenes del sector, el para que no salgan del sector del campo, esa es mi idea”, dice Marcelo Quiroz.
Entusiasmado, este emprendedor indica las bondades del huevo de codorniz. “Tiene ventajas nutricionales en comparación con los huevos de gallina, por ejemplo el huevo de gallina tiene 5% de colesterol, el huevo de codorniz en el mismo volumen tiene 0.005 % colesterol, es decir nada. Ahora comerse un huevo significa tomarse un vaso de leche, incluso –asegura Quilodrán-, tiene virtudes afrodisíacas”.
La producción es muy buena, dice este esforzado productor, pero la venta es lo difícil. Pero en cuanto a la rentabilidad, Quilodrán no se queja, asegura que es un buen negocio, pero si hay que salir a ofrecer el producto ya que la gente desconoce las bondades de este producto.
Las más de mil aves producen entre 700 y 800 huevos diarios, y Quilodrán asegura venderlos todos. “Incluso tengo pedidos particulares”, pero no le vende a los supermercados grandes: “Se pierde tiempo en cobrarles”. Le gusta más la venta directa es más segura.
En su primera visita a Nueva Imperial trajo 35 cajas y al medio día tan sólo le quedaban cinco, a $1500 pesos, no es mal negocio. Hay criaderos grandes como el de Valdivia que abastecen a supermercados a lo largo de Chile, otro criadero en Concepción que igual abastece a supermercados grandes.
La labor diaria consiste en levantarse temprano, ver si las aves tienen agua y comida; todas están bajo techo. La temperatura ideal para estas aves es de 20 a 25º. Marcelo, que comparte esta labor junto a su familia, también desarrolla otras labores de pequeño agricultor, y ha podido progresar con su pequeña empresa avícola, gracias al apoyo de Indap y de Prodesal de Carahue.
Quienes tengan interés de degustar los deliciosos huevos de codorniz pueden llamar a 09-2624112, también podrá comprar codornices vivas para criaderos, $1.500 la unidad; y codornices faenadas $7.000, la docena.
Tengo una consulta: Los precios que aparecen en este artículo difieren a los precios que puso ustes unos post más arriba. ¿Cuáles son los precios reales?
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